"Hasta la fecha, Rusia no ha recibido de las partes negociadoras invitación oficial a la ceremonia de firma. A juzgar por los contactos recientes, se trata de que Rusia, junto con otros países, actúe como testigo de la suscripción", apuntó Kabúlov.
Para ser testigo del acuerdo, Rusia necesita "cuando menos, conocer con antelación el texto", señaló Kabúlov, que dirige el Segundo Departamento de Asia de la Cancillería rusa.
El enviado precisó que "las partes negociadoras no lo han presentado hasta ahora".
Según las expectativas, los talibanes podrían aceptar un diálogo directo con el Gobierno y otras partes afganas después de firmado el acuerdo, así como un armisticio mientras duren esas negociaciones.
"Sin embargo, se desconoce aún cómo se formalizaría tal acuerdo. Lo único que está claro es que un alto el fuego provisional o permanente, así como la reducción de violencia, serían objeto de negociaciones aparte", dijo Kabúlov.
A mediados de enero pasado, el portavoz de la oficina política del Movimiento Talibán en Catar, Suhail Shaheen, afirmó que el borrador del acuerdo con EEUU estaba listo y la única cuestión pendiente era fijar la fecha para la firma del acuerdo de paz.
Afganistán vive una situación de inestabilidad debido a los ataques que lanzan los talibanes y, desde 2015, el grupo terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países), pese a la fuerte presencia militar de EEUU y sus aliados.
Hasta ahora, los talibanes han condicionado el proceso de paz en Afganistán a la retirada de las tropas extranjeras e insisten en acordar el calendario de su repliegue con EEUU y no con el Gobierno afgano.