El incidente, que ha ocurrido en una fecha no especificada de enero, quedó captado en vídeo. En las imágenes se puede ver la aproximación del cazabombardero a la pista de aterrizaje desde el punto de control de vuelos, que supervisa todos los aspectos de los vuelos militares.
Todo parece ir bien hasta el último momento, cuando el jefe de operaciones vio que solo se extrajo el tren de aterrizaje delantero. Sin embargo, él no perdió la calma y comunicó instantáneamente a la tripulación para que activen la potencia máxima de los motores.
Visto lo bajo que ya estaba la aeronave y el retraso de los motores en proporcionar el empuje, el Su-24 tocó con su parte trasera la pista de aterrizaje. No obstante, logró seguir volando y ganar altitud sin percances mayores.
De haber ordenado a los pilotos que encendiesen la postcombustión, las consecuencias serían mucho más graves. Ello se debe al hecho de que a pesar de proporcionar una mayor potencia en este modo, los motores pierden empuje por un instante antes de que se active esta misma postcombustión, lo cual no pasa cuando simplemente se añade potencia.
Visto lo bajo que ya estaba el cazabombardero, esta instantánea pérdida de potencia podría causar daños más graves al Su-24.
El Ministerio de Defensa de Rusia no comentó nada con respecto al incidente, pero el autor del vídeo afirma que este ha ocurrido porque los pilotos no se aseguraron de la extracción adecuada de todos los trenes de aterrizaje. Mientras tanto, el jefe de operaciones no pudo ver lo que estaba ocurriendo hasta el último momento porque estaba cegado por los faros del avión.