"Reiteramos nuestro llamado a todos los países a no imponer restricciones que impacten sin necesidad a turismo internacional y comercio", dijo Ghebreyesus, citado por la cuenta de Twitter de la OMS, al intervenir en una sesión del Consejo Ejecutivo de la organización internacional.
Precisó que "este tipo de restricciones pueden alimentar el temor y el estigma, con poco beneficio para la salud pública".
"Donde este tipo de medidas han sido implementadas, urgimos que sean de corta duración, proporcionales a los riesgos para la salud pública y que se reconsideren periódicamente a medida que la situación evolucione", dijo.
Detectado a finales del año pasado en Wuhan, el nuevo coronavirus 2019-nCoV provocó 427 defunciones, entre ellas al menos dos fuera de la China continental, e infectó a más de 20.700 personas a lo largo del mundo, en su inmensa mayoría en esta nación asiática.
El 30 de enero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó una emergencia internacional por la propagación del nuevo coronavirus, aunque no recomendó restringir la circulación de personas o mercancías en relación con el brote.
Sin embargo, numerosos países suspendieron la conexión aérea con China, repatriaron a sus ciudadanos desde el foco de la epidemia y anunciaron restricciones para turistas procedentes de esa nación.