Según el ente, citado por el canal A Haber, los militares turcos fueron enviados a la zona como refuerzos, para prevenir la escalada en Idlib, y a pesar de que el lugar de su despliegue se había acordado con antelación, se vieron bajo un intenso fuego de artillería del Ejército de Siria.
Los militares turcos respondieron inmediatamente al ataque y destruyeron los blancos asignados.
Según el diario Sabah, el incidente tuvo lugar al oeste de Saraqib.
El portavoz de la Presidencia turca, Ibrahim Kalin, ofreció condolencias a familiares de las víctimas y amenazó a los responsables del ataque con una represalia
"La sangre de nuestros soldados no se quedará en el suelo, los perpetradores van a responder", tuiteó.
Idlib forma parte de una de las cuatro zonas de distensión acordadas en mayo de 2017 durante las negociaciones en Astaná, tres de estas zonas pasaron bajo el control de Damasco en 2018.
La cuarta, que abarca Idlib y zonas de las gobernaciones vecinas de Latakia, Hama y Alepo, sigue fuera del control del Gobierno sirio, su mayor parte fue ocupada por el Frente al Nusra, organización terrorista proscrita en Rusia.
A principios de enero se declaró un alto el fuego en la zona de Idlib, acordado por Rusia y Turquía.
A pesar del armisticio, los grupos armados ilegales que operan en Idlib lanzaron varios ataques que, según el Centro Ruso para la Reconciliación en Siria, provocaron más de 330 muertos, entre ellos unos 120 civiles, desde el 9 de enero.
El Ejército sirio, según el Centro, lleva a cabo una contraofensiva en la zona, realizando ataques "de forma selectiva y con la máxima precisión".
Sin embargo, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, acusó al líder sirio, Bashar Asad, de violar el acuerdo ruso-turco sobre la zona de distensión en Idlib, y advirtió de que Ankara no se quedaría indiferente ante nuevas olas de refugiados trasladándose a las fronteras turcas.
