Donald Trump presentó el plan para la solución del conflicto palestino-israelí el 28 de enero.
Entre los puntos clave del documento, se destaca el reconocimiento mutuo de los Estados de Israel y Palestina, con una capital "indivisible" de Israel en Jerusalén, mientras que Palestina tendrá su capital no en todo Jerusalén Este, como aspira, sino "en la sección de Jerusalén Oriental localizada en áreas al este y al norte de la actual barrera de seguridad, incluyendo Kafr Aqab, la parte oriental de Shuafat y Abu Dis, y que podría llamarse Al Quds o como determine el Estado de Palestina".
El presidente de EEUU apuntó que EEUU creará un comité conjunto con Israel para avanzar en la implementación del plan, que incluye también una serie de medidas económicas para Palestina, entre ellas, inversiones por 50.000 millones de dólares.
Según Washington, las negociaciones para llegar a un acuerdo llevarían unos cuatro años.
Palestina ya expresó su rechazo al proyecto de Donald Trump que, según el presidente del país árabe, Mahmud Abás, acabará en "el basurero de la historia".