El año pasado, la tasa de interés que era cero pasó a ser negativa. El objetivo de la medida adoptada por el BCE era "avivar la inflación en la zona del euro al hacer que fuera aún más barato para las empresas y para las personas obtener préstamos", apuntó el medio. Las tasas negativas, sin embargo, se convirtieron en una amenaza para los bancos alemanes ya que estas instituciones dependen en gran medida de los intereses de los préstamos.
"Actualmente es mejor mantener los fondos en efectivo en lugar de dejarlos en el BCE. Eso a pesar del riesgo, los costos de seguro y los problemas logísticos involucrados. Es una ridícula demostración de las consecuencias de la política de tasas de interés del BCE", afirmó Andreas Schulz, quien dirige una caja de ahorros cerca de Berlín.
El problema concierne a todos los bancos europeos, pero la situación en Alemania es especialmente grave debido a que sus ciudadanos "ahorran más que la mayoría de los demás europeos y evitan productos más riesgosos que generan comisiones bancarias". La tasa de ahorro en Alemania es casi dos veces mayor que la de los otros países de la Unión Europea.