"La Armada de EEUU ha desplegado la nueva ojiva submarina de baja potencia W76-2 en misiles Trident. El primer submarino de misiles balísticos equipado con la nueva ojiva fue el USS Tennessee (SSBN-734), que zarpó desde la base de submarinos Kings Bay en Georgia en las últimas semanas de 2019 para una patrulla disuasiva en el océano Atlántico", dice el artículo.
La Administración Trump anunció sobre la nueva ojiva en febrero de 2018 y la describió como una herramienta para disuadir a Rusia y sus armas nucleares tácticas.
Otras ojivas de Tennessee son estándares, de 90 a 455 kilotones cada una, hasta ocho ojivas en un misil, afirma la federación.
Militares estadounidenses habían declarado que Rusia adoptó la doctrina "escalar para desescalar" que prevé el uso de armas nucleares tácticas en caso del fracaso de un ataque con armas convencionales.
Por tanto, la ojiva W76-2 debería "ayudar a contrarrestar cualquier tesis errónea de que en las capacidades de disuasión regional de EEUU existe una brecha de la que se pueden aprovechar".
Además, recuerdan que Estados Unidos ya tiene hasta 1.000 ojivas nucleares de baja potencia, según las estimaciones de la FAS, son misiles de crucero para bombarderos B-52 y bombas nucleares B61.
Sin embargo, los que abogan por el emplazamiento de las ojivas W76-2 sostienen que las ojivas de baja potencia emplazadas en aviones tal vez no puedan vulnerar la defensa aérea avanzada de Rusia.
"Todo esto suena como tambores de la guerra fría. En el pasado, cada arma nuclear táctica se justificaba con el argumento de que una potencia más baja y el uso rápido... es necesario para la disuasión. Ahora, la ojiva de baja potencia le brinda a EEUU un arma que es más utilizable y, por tanto, más eficaz como factor disuasorio, aquí nada nuevo respecto a la estrategia nuclear", afirman los expertos.
