"La actividad económica en América Latina y el Caribe se estancó en 2019, siguiendo con el lento ritmo de crecimiento de los últimos cinco años, lo que plantea nuevos retos y urgencia a la reactivación", indicó el FMI.
Entre 2014 y 2019, agrega el informe, el Producto Interno Bruto (PIB) real per cápita de la región cayó en promedio 0,6% al año.
Ese dato marca un contraste con el aumento medio anual de 2% del PIB real durante el período de auge de las materias primas, entre 2000 y 2013.
Mientras que "en lo cíclico, el crecimiento se ha visto limitado por el bajo nivel del crecimiento mundial y de los precios de las materias primas, la fuerte incertidumbre en torno a las políticas económicas, el rebalanceo económico en algunas economías y la tensión social en otras", añade el texto.
En algunos países de la región, como Brasil y México, la incertidumbre acerca del rumbo de las reformas y políticas económicas "probablemente contribuyó a la desaceleración del crecimiento del PIB real y la inversión en 2019", sostuvo el Fondo.
Protestas
Las protestas sociales en Bolivia, Colombia, Chile y Ecuador han "afectado la actividad económica en algunos casos", indica el documento.
Si bien las causas de las tensiones sociales varían de un país a otro, "estas en general reflejan una insatisfacción con ciertos aspectos de los sistemas económicos y políticos", reconoció el FMI.
El organismo multilateral recomendó "reactivar el crecimiento y hacerlo más inclusivo" y observó que "fomentar la competencia será importante para evitar las prácticas monopolísticas que pueden perjudicar a los pobres de forma desproporcionada".
Perspectivas de crecimiento
El FMI estima que el crecimiento de la región repuntará a 1,6% en 2020 y a 2,3% en 2021, "impulsado por una reactivación gradual del crecimiento mundial y de los precios de las materias primas", entre otros factores.
Sin embargo, aclara el organismo, también hay importantes riesgos a la baja porque si bien los riesgos externos se moderaron por la firma de la primera fase del acuerdo comercial entre EEUU y China, aparecen otros nuevos "incluyendo la potencial propagación global del coronavirus, lo cual podría afectar significativamente la actividad económica mundial, el comercio, y el transporte".
Werner añadió que "cuando vemos ciertos episodios que pudiesen ser similares en el pasado, como el SARS [siglas en inglés de síndrome respiratorio agudo grave, una neumonía que apareció en 2002 en China], vimos cierta afectación en dos trimestres después de que se materializara este evento y después una reversión".
Entre las recomendaciones para la región el FMI mencionó que "las políticas económicas tendrán que encontrar un punto de equilibrio entre recomponer el margen de maniobra y mantener la estabilidad económica, por un lado, y, por otro, apoyar el crecimiento y reforzar la red de protección social".
Algunos países
En Brasil, el crecimiento permaneció en un nivel moderado de 1,2% en 2019, pero el FMI proyecta 2,2% este año por el "repunte de la confianza tras la aprobación de la reforma de las pensiones y las menores tasas de interés de política monetaria en el contexto de una inflación baja".
Para Venezuela el FMI proyecta que las tendencias de crisis económica y humanitaria y la contracción del PIB real en un 65% desde 2013 continúen en 2020 pero a un ritmo menor.
El FMI optó por no actualizar los pronósticos de Argentina, indicó Werner, por "una decisión práctica dado el alto grado de incertidumbre" que hay en ese país.
El organismo anunció que las proyecciones para Argentina serán actualizadas en abril.