"La etapa de incertidumbre para nuestra economía va concluyendo. Una vez el parlamento canadiense lo apruebe, iniciará nueva etapa para los tres países", escribió el jefe de la diplomacia mexicana en su cuenta de Twitter desde Washington.
El Prediente Trump firma el TMEC en este momento. La etapa de incertidumbre para nuestra economía va concluyendo . Una vez el parlamento candiense lo apruebe iniciará nueva etapa para los tres paises. pic.twitter.com/9dpmyCOazs
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) January 29, 2020
Por su parte, el vicecanciller para América del Norte, Jesús Seade, escribió en su cuenta en la misma red social que "se cierra un capítulo de incertidumbre política y económica en la región".
Según Seade, "por cambios en correlación de fuerzas en ese país [EEUU], se postergó por disputa interna el compromiso de 2018, que llevó a una exitosa negociación adicional".
El vicecanciller se refiere a un capítulo agregado en diciembre pasado, sobre temas laborales y ambientales, introducidos a pedido de la oposición del Partido Demócrata, que controla la Cámara de Representantes en el Congreso estadounidense, que modificó el primer texto firmado por los tres gobiernos el 30 de noviembre de 2018, en Buenos Aires, durante una cumbre del G20, que reúne a las mayores economías globales.
"Terminamos con la pesadilla", dijo Trump al referirse al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, vigente durante los últimos 26 años, que será reemplazado por el T-MEC cuando termine la ratificación legislativa en Canadá, mientras que el Senado mexicano ya lo aprobó.
Estrategia ante conflicto interno en EEUU
El T-MEC "nos coloca en una situación muy favorable para que siga creciendo la inversión extranjera y la creación de empleo", dijo poco antes de la firma de Trump el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
En la "estrategia esbozada por el propio presidente (…), lo primero fue mantener una relación de respeto y colaboración institucional con EEUU, pese a las visiones divergentes" escribe Daniel Millán, analista que "labora en la oficina del secretario de Relaciones Exteriores [Ebrad]".
A las llamadas entre los presidentes López Obrador y Trump, siguieron los contactos entre Ebrard y el secretario de Estado, Mike Pompeo, "que consolidaron el principal canal de comunicación entre ambos gobiernos".
Seade consultó con los sectores productivos y trazó ante su contraparte estadounidense, Robert Lighthizer, "una serie de líneas rojas inaceptables para México", según el texto escrito con ayuda de Olga Martínez, jefa del despacho del vicecanciller mexicano.
Esos temas innegociables fueron: la demanda de inspecciones laborales y certificaciones en la frontera; los aranceles estacionales a la producción agrícola o la inmediatez incumplible para aplicar la regla de origen al acero y aluminio, entre otros.
México preserva "el acceso preferencial al mayor mercado mundial justo en una época donde el mundo se inclina hacia más proteccionismo", puntualiza el informe difundido por la Cancillería.