Los papeles se publicaron como parte de una solicitud de la Ley de Libertad de Información del Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington y luego se compartieron con periodistas. Se trata de una serie de informes internos y lecciones de la operación cibernética más compleja del Departamento de Defensa para ese momento: la Operación Sinfonía Brillante.
Esa operación fue parte de toda una ofensiva contra el ISIS en el espacio cibernético, dirigida específicamente a los medios de comunicación y las operaciones en línea del grupo terrorista. Tuvo como tarea eliminar la infraestructura digital de los extremistas e impedir que los miembros del ISIS se comuniquen y publiquen propaganda.
Los líderes del Comando Cibernético han enfatizado durante años en comentarios públicos que su división estaba aumentando sus fuerzas mientras operaba. Pero el alcance de esas operaciones ha sido limitado. Y la falta de experiencia en este tipo de ofensivas les jugó una mala pasada durante la operación contra el grupo terrorista.
"En realidad no estaban preparados para la cantidad de datos que extraían de los servidores del ISIS. El Cybercom no estaba preparado para una operación de esta magnitud desde el primer día. Tuvieron que aprender sobre la marcha, tuvieron que adquirir experiencia sobre la marcha, tuvieron que crecer sobre la marcha", compartió con los periodistas Michael Martelle del Archivo de Seguridad Nacional.
Martelle señaló que la verdadera importancia detrás de la Operación Sinfonía Brillante es que el Comando Cibernético utilizó la experiencia adquirida en esa ofensiva como plantilla para las futuras operaciones. En particular, el director de la Agencia de Seguridad Nacional y comandante del Comando Cibernético de EEUU, el general Paul M. Nakasone, señaló que ese trabajo sentó las bases para formar el Pequeño Grupo de Rusia, dedicado a combatir al país euroasiático en el espacio cibernético.
