Al menos ocho personas fallecieron como consecuencia del fuerte temporal de viento, nieve y lluvia que azotó el territorio español desde la noche del pasado 19 de enero, según informó la televisión pública española, aunque la cifra podría subir a falta de un recuento oficial.
La Agencia Estatal de Meteorología mantuvo este 22 de enero la alerta por riesgo en 12 provincias, cuatro de ellas en Cataluña, que se llevó la peor parte de la borrasca en esta jornada y declaró el estado de emergencia.
"Mantenemos una actitud de prudencia y de eliminar cualquier riesgo, y aunque parece que estamos en la parte final de este episodio hasta mañana no podremos dar por finalizada la fase de alerta", aseguró en rueda de prensa el consejero catalán de Interior, Miquel Buch.
El Sistema de Emergencias Médicas del Gobierno catalán atendió a 66 personas que resultaron heridas durante este grave episodio meteorológico, 59 de las cuales fueron hospitalizadas.
El presidente catalán, Quim Torra, se desplazó a la zona del Delta del Ebro, donde las fuertes lluvias inundaron por completo este espacio natural protegido en una situación que el dirigente calificó de "catástrofe histórica".
En las costas, el oleaje ascendió varios metros y ocasionó múltiples destrozos en los puertos y las líneas de tren que circulan cerca del mar.
Decenas de carreteras en todo el territorio permanecen cortadas por inundaciones u obstáculos, mientras que varias líneas de tren quedaron afectadas por retrasos o interrupciones del servicio derivadas de las condiciones meteorológicas.