Durante esta maniobra los militares cubrieron unos 10 kilómetros totalmente equipados y sobre esquís remolcados por los vehículos de combate de infantería. Además, intentaron repeler un ataque ficticio de varios saboteadores y se entrenaron en el manejo de los fusiles automáticos AK-74M, de las ametralladoras Pecheneg y de los lanzagranadas RPG-7B.
"La táctica de desplazamiento sobre esquíes realizada con la participación de los equipos militares ayuda en situaciones de combate. Permite a los soldados estar listos para luchar sin perder tiempo en salir de los vehículos de transporte tras una ofensiva o un contrataque. Así pueden ocupar rápidamente sus posiciones y cumplir con su misión de combate de inmediato", explicó el comandante de una de las unidades militares del Distrito Militar Central de Rusia, Alexandr Zhdanov.