"Yo, particularmente no lo creo", dijo al ser consultado por si se trataba de un caso de incompetencia, y añadió: "Lo que yo creo, y es lo que se está investigando, es que se trata de un sabotaje, por el tema de la subasta", aseguró en una rueda de prensa, según recoge la Agência Brasil.
La subasta a la que hace referencia el gobernador es la que trata de la privatización de la Cedae, que el gobierno del estado de Río pretende realizar este año.
La Cedae atiende a 64 de los 92 municipios del estado de Río, incluyendo la capital, y su privatización despierta controversia sobre todo entre sectores de la izquierda, que critican que la gestión del agua pase a manos privadas.
Desde principios de año, el agua potable de la mayoría de los barrios de Río tiene un sabor y un olor extraño, y en algunos casos incluso coloración terrosa.
Los responsables de la Cedae atribuyeron el problema a la geosmina, una sustancia generada por algas, pero remarcaron que no hay riesgo para la salud.
Estas algas se detectaron en un punto de captación en el río Guandu, que abastece al 75 por ciento de la población del área metropolitana de Río, unos 8,5 millones de personas.
A pesar de los llamamientos a la calma, la mayoría de los cariocas no está consumiendo agua potable por precaución y en algunos puntos hay falta de abastecimiento de agua embotellada debido a la alta demanda.
Para esta semana está previsto que se coloque carbón activo en los puntos de captación de agua para resolver el problema, aunque los propios responsables no dieron una fecha para que se normalice la situación.