Raisi declaró que el Alto Consejo de Derechos Humanos del Poder Judicial, el Ministerio de Relaciones Exteriores y otros departamentos relacionados de Irán deben cooperar para procesar al presidente estadounidense como "el sospechoso número uno de este acto terrorista" y hacerlo responder ante un tribunal internacional.
El general Qasem Soleimani, comandante de la fuerza de élite Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica iraní, y Abu Mahdi Muhandis, un alto rango de las Fuerzas de Movilización Popular (milicias chiíes iraquíes respaldadas por Irán), fueron asesinados en un ataque aéreo ejecutado en la madrugada del 3 de enero por orden del presidente de EEUU, Donald Trump, a las afueras del aeropuerto internacional de Bagdad.
Según Washington, los dos militares orquestaron un ataque a la Embajada estadounidense en Irak el 31 de diciembre pasado.
El 8 de enero, el Ejército iraní bombardeó con misiles dos bases usadas por militares estadounidenses en Irak en represalia por la muerte de Soleimani.