"Fueron abiertos todos los despachos (...) además, fue detectada una intrusión en la armería [en la Administración presidencial] y ciertas armas acabaron en las manos [de los manifestantes]; se llevan a cabo negociaciones", dijo Kilba a Sputnik.
El funcionario estimó que el número de manifestantes que irrumpieron en el edificio de la Administración presidencial es de entre 250 y 300.
Declaró que se harán los máximos esfuerzos para que los intrusos abandonen el edificio, sin embargo, subrayó la importancia de que estas personas salgan ilesas.
"Si se planeara un asalto, entonces podría llevarse a cabo por la mañana", indicó.
Por su parte el primer ministro de Abjasia, Valeri Bganba, afirmó que el Gabinete de Ministros continúa su labor a pesar de las protestas.
Eso incluye "los sectores que son vitales para el Estado" como la energía, el transporte, las comunicaciones, los centros docentes, dijo Bganba a Sputnik.
Añadió que, sin embargo, de momento el Gobierno no puede ejercer sus funciones en términos de financiamiento.
Mientras, un corresponsal de Sputnik informó que la situación en el centro de la capital abjasia sigue tranquila.
Un grupo de manifestantes violentos el 9 de enero irrumpió en la sede de la Administración presidencial en la capital con fin de hacer a las autoridades a revisar los resultados electorales.
Jádzhimba calificó estas acciones como un intento de golpe de Estado.
El Parlamento de Abjasia pidió la dimisión del presidente para evitar la desestabilización, sin embargo, el mandatario rechazó está opción y expresó su disposición a entablar negociaciones con la oposición.
Raúl Jádzhimba ahora cumple su segundo mandato que inició el 9 de octubre de 2019.
Llegó al poder por primera vez en 2014 tras las protestas de la oposición y la dimisión de su antecesor Alexandr Ankvab.