El equipo, conformado por científicos del ministerio de Investigación y Desarrollo de la Defensa de Canadá (DRDC, por sus siglas en inglés) y de las Fuerzas Armadas canadienses, trabajó en 2019 para probar qué tecnología utilizarían los soldados del país. En tres experimentos de campo, evaluaron las capacidades de los dispositivos de puntería láser (LAD) y de los telémetros láser (LRF), así como el trabajo cognitivo de los soldados.
Tombu contó que la idea no era probar productos o evaluar a los soldados tiradores, sino recoger las opiniones de quienes utilizan las tecnologías para "medir el valor de las capacidades de los artefactos y los láseres visibles; el impacto del peso del arma en el rendimiento de los disparos; y la carga de trabajo cognitivo de los sistemas de navegación avanzados".
Los LRF emiten rayos láser con sólo pulsar un botón, que se desplaza a la velocidad de la luz para luego rebotar en los objetos distantes. El reloj interno de alta velocidad del LRF mide el tiempo total que tarda en salir y regresar, y calcula la distancia recorrida.
"Las granadas tienen un radio de acción relativamente pequeño, por lo que es importante que el alcance sea preciso", dijo Tombu. "Este experimento evaluó el rendimiento de las granadas con y sin capacidad de LRF. Si la adición de un LRF hace una diferencia, entonces determinar dónde es mejor incorporarlo se convierte en la siguiente pregunta, en el LAD, en la mira del lanzagranadas, o como una capacidad autónoma".