"Esta situación puede ser una de las epidemias más grandes para Paraguay; nosotros tuvimos en los últimos 10 años dos grandes epidemias: la de 2013 y la de 2019, pero creemos que esta puede tener la mayor envergadura", dijo a Sputnik Sequera.
Sostuvo que a pesar de que en este mes de enero Paraguay tiene números similares al 2019, año en el que se presentó una de las epidemias más grandes del país, las autoridades esperan que el número de contagios aumente mucho más en febrero de 2020.
El reporte de la Dirección de Vigilancia de la Salud señaló que en las últimas cuatro semanas, en Asunción se aglutina el 41% de los casos de dengue.
Sequera aseveró a Sputnik que se registran 1.500 casos sospechosos en el país por semana.
El 8 de enero, la Dirección de Vigilancia de la Salud recibió la notificación de un caso probable de muerte por dengue de una mujer de 39 años oriunda de Filadelfia, Departamento de Boquerón (noroeste), por lo que deberá realizar los análisis en el Laboratorio Central para confirmar o descartar el caso, informó el diario Última Hora.
Sin embargo, Sequera dijo a Sputnik que hasta el momento no hay casos confirmados de fallecidos por dengue y explicó que durante el período de epidemia "todo muerto es sospechoso", por lo que le realizan estudios.
Las autoridades creen que a pesar de la epidemia, Paraguay va a tener una mortalidad baja porque los serotipos de dengue que están circulando no son agresivos, pero sí muy transmisibles, explicó.
Sostuvo que el Ministerio de Salud está trabajando con los gobiernos locales, Obras Públicas, Ambiente y Fuerzas Armadas.
El dengue es una infección vírica presente en las zonas tropicales y subtropicales de todo el planeta.
Es una enfermedad transmitida por la picadura de las hembras infectadas de mosquitos del género aedes aegypti, sobre todo en áreas urbanas y semiurbanas.
La enfermedad suele manifestarse entre tres y 14 días después de la picadura, con una fiebre alta (40 grados) que va acompañada de dos de los siguientes síntomas: dolor de cabeza muy intenso, dolor detrás de los globos oculares, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, inflamación de ganglios linfáticos o sarpullido, según la Organización Mundial de la Salud.