Más temprano el miércoles, los presidentes de Rusia y Turquía, Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan, acordaron una postura única sobre Libia y exhortaron a todas las partes libias a cesar las hostilidades y declarar un alto el fuego a partir del domingo 12 de enero.
El Consejo Supremo del Estado Libio, que asimismo tiene su sede en Trípoli, también aplaudió la declaración de Rusia y Turquía.
Putin y Erdogan examinaron la situación en Libia durante la visita que realizó este miércoles a Estambul el mandatario ruso.
Libia continúa sumida en una crisis desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales, el surgimiento de grupos yihadistas y en una dualidad de poderes: el Gobierno interino, que controla la parte oriental del país junto con el Parlamento, y el Gobierno de Unidad Nacional en Trípoli, avalado por la ONU.
Las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional respondieron con la operación Volcán de Ira contra las tropas de Haftar.
El lunes, el ENL anunció que sus fuerzas establecieron un control total de Sirte, ciudad importante en la costa del mar Mediterráneo.