"Creo que, según lo que vi y lo que sé, es que (los ataques) tenían la intención de causar daños estructurales, destruir vehículos y equipos y aviones y matar al personal; esa es mi propia evaluación personal", aseguró Milley a periodistas en el Pentágono el miércoles, junto al secretario de Defensa Mark Esper.
"¿Por qué no hubo víctimas? En mi opinión, creo que tiene más que ver con las técnicas defensivas que utilizaron nuestras fuerzas que con la intención", argumentó.
Esper, por su parte, dijo que, después de la muerte del general iraní Qasem Soleimaní ordenada por EEUU, los grupos de milicias respaldados por Teherán "continuarán de alguna manera para debilitar nuestra presencia allí, ya sea políticamente o tomar algún tipo de acción cinética contra nosotros o Dios sabe qué".
"La mayoría de los miembros del Congreso no tiene acceso a la inteligencia que creo que fue la más convincente", respondió el secretario de Defensa cuando fue consultado sobre la postura del parlamento estadounidense sobre una posible ausencia de justificaciones para matar a Soleimaní.
Esper agregó que Irán lanzó 16 misiles balísticos de corto alcance desde al menos tres locaciones distintas y que al menos 11 de ellos alcanzaron su objetivo de la base aérea de Al Asad.
Asimismo, confirmó que no se registraron víctimas estadounidenses, iraquíes o de la coalición, y que del ataque no tuvieron que lamentarse mayores daños, salvo en carpas, estacionamientos y un helicóptero, que resultó averiado.
También dijo que es demasiado temprano para decir si Irán se siente “realizado” luego del ataque a las bases de EEUU en Irak.
