"Petrobras va a adoptar una postura igual al resto de las petroleras, de esperar un poco para ver cómo se comporta el precio del barril; aún hay pocos elementos (…) hay que ver cómo se van a comportar China y Rusia, y sobre todo cómo van a reaccionar los importadores de petróleo", dijo el especialista.
"Esta crisis será un test, vamos a ser si se comporta así o no, la realidad es que las petroleras globales no suelen repercutir simultáneamente el precio, miran la tendencia a medio plazo", comentó el director del Ineep.
Además, señaló que esta crisis puede exponer la vulnerabilidad de la estrategia que optó por llevar a cabo Petrobras en los últimos años: priorizar la exportación de petróleo crudo en detrimento de las inversiones en refinerías y derivados del petróleo dentro de Brasil.
"Con Petrobras vendiendo refinerías y saliendo del mercado de refino se queda maniatada, sólo le queda la opción de exportar petróleo crudo; si estás en las otras etapas de la cadena tienes más flexibilidad en situaciones como esta", explicó Leão.
Desde hace semanas, antes del estallido de esta crisis, los camioneros brasileños se quejan del precio del diesel y amagan con ir a la huelga, lo que podría paralizar el país, tal como sucedió en mayo de 2018.
"Si el aumento es elevado habrá una reacción; antes (Petrobras) tenía más control sobre el mercado de refino y era determinante en el mercado de los derivados, pero ahora no está sola, lo que deja al Gobierno más vulnerable a la hora de reaccionar en momentos como este", ilustró.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se mostró en diversas ocasiones contrario a fijar precios, y el viernes se expresó en el mismo sentido.
El mandatario apenas hizo comentarios sobre el ataque de EEUU que mató al comandante iraní Qasem Soleimani, y se limitó a decir que pediría más informaciones al Gabinete de Seguridad Institucional.