Según este medio, se realizaron ya algunas detenciones en el marco de la investigación. Así, en Estambul fueron detenidas siete personas, entre ellas cuatro pilotos.
Además, el Líbano recibió por parte de la Interpol una orden de arresto para Ghosn, informó el diario local Daily Star citando al ministro de Justicia del Líbano, Albert Serhan.
Al día siguiente, el expresidente de Nissan reveló que se encuentra en Beirut adonde huyó para no ser víctima de "injusticia" y "persecución política".
Liberado bajo fianza, Ghosn es acusado en Japón de varios delitos financieros y tenía prohibido salir del país a la espera del juicio, previsto para abril de 2020.
El canal NHK supo que el empresario, que posee triple nacionalidad franco-brasileño-libanesa, tenía dos pasaportes franceses, uno de los cuales pudo haber guardado y enseñado para ingresar en el Líbano.
Un antiguo amigo de Ghosn, el asesor libanés Imad Ajami residente en Tokio, reveló a la agencia Kyodo que él había escapado de la residencia al ocultarse en la caja de un instrumento musical que una banda de músicos había traído al local para la fiesta de Navidad.
El empresario, que insiste en su inocencia, ya se enfrenta a cuatro cargos.
De los primeros tres, dos están relacionados con la ocultación de ingresos por valor de miles de millones de yenes y uno, por el supuesto intento de trasladar a las cuentas de Nissan sus pérdidas de inversión personales.
Además, en abril de 2019 la Fiscalía de Tokio presentó una nueva acusación contra Ghosn, por haber desviado en beneficio propio unos fondos de Nissan, a través de un concesionario en Omán, a una empresa fantasma suya en el Líbano, provocando al fabricante japonés unas pérdidas de unos cinco millones de dólares.