El registro en su domicilio, que se encuentra en la zona de Minato, busca esclarecer las circunstancias de la huida.
Liberado bajo fianza, Ghosn tenía prohibido salir de Japón a la espera del juicio, previsto para abril de 2020.
Un antiguo amigo de Ghosn, el asesor libanés Imad Ajami residente en Tokio, reveló a la agencia Kyodo que había escapado de la residencia al ocultarse en la caja de un instrumento musical que una banda de músicos había traído al local para la fiesta de Navidad.
Según la información disponible, Ghosn salió de Japón en un avión privado y llegó al Líbano vía Tuquía.
El 31 de diciembre, el ministro de Estado libanés para asuntos presidenciales, Salim Jreissati, dijo que Ghosn cruzó legalmente la frontera del Líbano en el aeropuerto internacional de Beirut.
Por su parte, una fuente de la Cancillería libanesa reveló a Sputnik que Ghosn ya fue recibido por el presidente libanés, Michel Aoun.
El propio expresidente de Nissan Motor explicó que escapó de su arresto domiciliario a Beirut para no ser víctima de "injusticia" y "persecución política".
El empresario, que insiste en su inocencia, ya se enfrenta a cuatro cargos.
De los primeros tres, dos están relacionados con la ocultación de ingresos por valor de miles de millones de yenes y uno, por el supuesto intento de trasladar a las cuentas de Nissan sus pérdidas de inversión personales.
Además, en abril de 2019 la Fiscalía de Tokio presentó una nueva acusación contra Ghosn, por haber desviado en beneficio propio unos fondos de Nissan, a través de un concesionario en Omán, a una empresa fantasma suya en el Líbano, provocando al fabricante japonés unas pérdidas de unos cinco millones de dólares.