Con aires hollywoodenses, el presidente de EEUU, Donald Trump, se decidió y finalmente anunció que tendrá su propia 'película' a lo George Lucas: llevará la guerra al espacio, donde se supone que nadie debería tener injerencia. De todas formas, crear guerras de la nada en un lugar que no le pertenece, parece estar en la información genética del país norteamericano.
Al crear la Fuerza Espacial, EEUU pretende ser el amo del Universo, cuando su triste realidad dice que no es capaz de prever ni evitar tiroteos en colegios y demás lugares públicos donde cada año pierden la vida muchos inocentes, entre los que se encuentran menores de edad.
Ello no obsta para que los países reaccionen ante una situación que, dependiendo de en qué manos esté, pueda tornarse gravemente peligrosa para quienes moramos en el planeta tierra.
En este sentido, el Dr. Historia y Dr. Derecho José Luis Orella, se refiere a ese excepcionalismo del que EEUU se siente adornado.
"EEUU siempre ha tenido esa argumentación, un poco de forma mesiánica, de que el mundo libre es un mundo con unas características que siempre se corresponden con el mundo de la civilización estadounidense. Y desde luego, no todos formamos parte de ese mundo, porque ese liderazgo estadounidense es visto con cierto miedo en muchos momentos", apunta el también profesor titular de la Universidad CEU San Pablo.
Según el analista, lo que Pekín viene a decir es que deberíamos intentar tener el espacio exterior como un espacio totalmente neutral en el cual no se pueda utilizar armamento, lo que garantiza la paz entre todos, y que EEUU no debería intentar aprovecharse para tener el monopolio absoluto del espacio en beneficio exclusivamente propio.
Para el Dr. José Luis Orella la reacción de China fue como decir, "oiga, en esta casa vivimos muchos inquilinos, y a ustedes nadie les ha dado el derecho mesiánico de intentar liderarnos a todos los demás, porque todos los demás tenemos nuestra propia voz".