"Tras un activo intercambio de opiniones, las partes han acordado continuar los contactos sobre el problema de Libia, incluida su posible contribución para resolver la crisis en este país lo más temprano posible", dice el texto.
Las consultas, con la participación de expertos de diversos entes, se desarrollaron en la sede del Ministerio de Exteriores ruso.
Turquía podría enviar tropas a Libia gracias a un acuerdo que el jefe del Gobierno de Unidad Nacional libio con sede en Trípoli, Fayez Sarraj, firmó a finales de noviembre pasado en Estambul con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Otro acuerdo suscrito por las partes traza la frontera marítima entre Turquía y Libia cerca de la isla griega de Creta.
Grecia, Egipto y el Parlamento de Libia, que sesiona en Tobruk (en el noreste libio) calificaron de ilegítimos los convenios turco-libios.
También la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (Unsmil, por sus siglas en inglés) deploró la interferencia extranjera en el conflicto y alertó de que la escalada actual amenaza a la unidad del país árabe.
Actualmente en el país hay una dualidad de poderes: el Gobierno interino, que controla la parte oriental del país junto con el Parlamento, y el Gobierno de Unidad Nacional en Trípoli (noroeste), avalado por la ONU.
A principios de abril pasado, Libia entró en una nueva espiral de violencia después de que Haftar ordenara una ofensiva contra Trípoli para "liberarla de terroristas".
Las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional respondieron con la operación Volcán de Ira contra las tropas de Haftar.