El autor del vídeo indica que adquirió el auto en 2018 por unos 250.000 dólares antes de arrojarlo desde una altitud de 300 metros. A pesar de la edad de este Mercedes, su precio en el mercado ruso de los autos de segunda mano podría alcanzar los 100.000 dólares. Los agentes de la policía de transporte ya han abierto una investigación y han entrevistado al piloto del helicóptero.
Al principio del vídeo, el propio hombre dijo que decidió deshacerse de su auto de esta manera porque se sentía defraudado y porque se cansó de llevarlo a los servicios de mantenimiento que en algunas ocasiones se negaban a repararlo por garantía.
Visto el hecho de que las autoridades le prohibían realizar esta hazaña en Moscú, el autor del vídeo decidió alquilar un helicóptero en la república rusa de Carelia, donde logró hacerlo.
Varias fuentes comunicaron a los medios locales que los moscovitas habían hecho una apuesta. El que perdió había prometido sacrificar su auto tirándolo desde el aire. Al no haber podido cumplir su promesa en Moscú, ambos arribaron a la república de Carelia para hacerlo.