"Los mandatarios intercambiaron opiniones sobre Libia y coincidieron en la necesidad de resolver la crisis en este país por vía política y diplomática", señala la nota.
Putin y Macron además reafirmaron el apoyo de sus respectivos países a los esfuerzos que ponen las Naciones Unidas y Alemania para encontrar una solución a la crisis que vive Libia.
Libia continúa sumida en una crisis desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales, el surgimiento de grupos yihadistas y de mafias que se dedican al tráfico de migrantes irregulares de África a Europa.
Actualmente en el país hay una dualidad de poderes: el Gobierno interino, que controla la parte oriental del país junto con el Parlamento, y el Gobierno de unidad nacional en Trípoli (noroeste), avalado por la ONU.
A principios de abril pasado, Libia entró en una nueva espiral de violencia después de que el Ejército Nacional al mando del mariscal Jalifa Haftar empezara una ofensiva para liberar a Trípoli de "terroristas".
Las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional respondieron con la operación Volcán de Ira contra las tropas de Haftar.