"Esperamos que el Egipto fraterno desempeñe un papel decisivo en el establecimiento de la estabilidad y la paz civil en Libia en lugar de apoyar a los grupos armados ilegales que atacaron Trípoli bajo el mando de un criminal de guerra", dice el comunicado del gabinete.
El 15 de diciembre el presidente egipcio, Abdelfatah Sisi, calificó al Gobierno de la Unidad Nacional como "rehén de grupos armados y terroristas" y destacó que El Cairo no "intervino directamente en los acontecimientos libios, aunque tiene todas las posibilidades para hacerlo".
Actualmente en el país hay una dualidad de poderes: el Gobierno interino, que controla la parte oriental del país junto con el Parlamento, y el Gobierno de Unidad Nacional en Trípoli [oeste] avalado por la ONU.
A principios de abril pasado, Libia entró en una nueva espiral de violencia después de que el Ejército Nacional al mando del mariscal Jalifa Haftar empezara una ofensiva para liberar a Trípoli de "terroristas".
Las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional respondieron con la operación Volcán de Ira contra las tropas de Haftar.