Al animal le encanta jugar en el lodo, como se puede ver en unas imágenes registradas recientemente en el Safari Park.
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"Hemos tenido mucha lluvia en las últimas semanas y ahora (...) ella experimenta el barro, que es una de las cosas favoritas de los rinocerontes", contó Marco Zeno, cuidador del zoológico californiano.
En la naturaleza, los rinocerontes se revuelcan en el lodo para cubrir su piel con una capa que les protege de los insectos y del sol, por lo que es un comportamiento natural para ellos jugar en los charcos siempre que sea posible.
Future es el centésimo rinoceronte blanco del sur nacido en el zoológico, pero el segundo concebido a través de la inseminación artificial. El primero, Edward, nació de otra madre, en julio.
El desarrollo de métodos de fertilización de rinocerontes en cautiverio es parte de los esfuerzos para salvar a los rinocerontes blancos del norte, actualmente en peligro crítico de extinción. En nuestro planeta solo restan dos de estos animales, ambos hembras. Una inseminación artificial a partir de esperma congelado es la esperanza para evitar que esta subespecie desaparezca completamente.
