Alberto Alcántara trabaja para la compañía de avistamiento de ballenas Yellow Submarine y llevó a su hija Azul de viaje como parte de un día de trabajo.
La ballena se mueve hacia arriba y hacia abajo en el agua. Juega a esconderse y a reaparecer para alegría de Azul, de seis meses de edad, que se ríe y no deja de sorprenderse.
En realidad, no es algo inusual que las ballenas se sientan atraídas por los bebés en el barco, explicó Julitte Decré, propietaria de Yellow Submarine.
"Las ballenas que encontramos tienen una conexión especial con los bebés, también tenemos un submarino para el avistamiento de ballenas y cada vez que tenemos bebés a bordo, las ballenas se acercan más a las ventanas del submarino", afirmó.
"Creemos que tienen un vínculo especial, quizás con los sonidos que hace el bebé y ciertas frecuencias. Así que, cuando tenemos un bebé llorando a bordo, siempre digo que llore porque las ballenas vendrán", agregó.