"Consideramos que esta polémica es inaceptable, porque estamos hablando de presión real; hay ejemplos de presiones similares de Washington sobre otros Estados, no solo Turquía, y no solo por el S-400 o temas relacionados con Rusia", dijo Zajárova a la prensa.
Zajárova también calificó de inaceptable una política de presión o intimidación en las relaciones internacionales.
El 11 de diciembre, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EEUU aprobó un proyecto de ley que impone sanciones contra Turquía en relación con la compra de los sistemas S-400 y la operación turca en el norte de Siria.
El documento ahora pasará para ser considerado por el Senado en pleno.
Según el borrador, la adquisición por parte de Turquía de los S-400 da motivos para imponer sanciones contra este país, en virtud de la Ley para Contrarrestar a los Adversarios a través de Sanciones (CAATSA).
Turquía firmó en diciembre de 2017 el primer contrato con Rusia para la compra de los S-400 por un valor de 2.500 millones de dólares, lo que provocó tensión en las relaciones entre Ankara y Washington.
Washington exigió que Ankara renunciara a esa transacción y comprara los Patriot estadounidenses, y amenazó con demorar o cancelar la venta a Turquía de los cazas F-35, pero Turquía se negó a hacer concesiones y aseguró que su propósito de adquirir los sistemas rusos sigue siendo firme.