Los traficantes fueron "detenidos con la acusación de favorecer la inmigración clandestina, siete residen en Italia, seis en Grecia", precisó el rotativo.
Los criminales organizaban los así llamados "desembarcos fantasma" en las costas de Apulia en el sur de Italia, cobrando por lo menos 6.000 euros por cada migrante.
La mayor parte de los migrantes provenía de los países de Oriente Medio.
En el caso de los "desembarcos fantasma" las autoridades italianas registran a los migrantes cuando estos ya se encuentran en el territorio del país.
Según los datos del Ministerio del Interior, en lo que va de año llegaron a Italia 11.097 migrantes.
Los más numerosos son los tunecinos que componen el 24% del total, seguidos de los pakistaníes (11%), los marfileños (10%) y los argelinos (9%).
