"Son resultados maravillosos y sin dudas mejoran la calidad de vida de cada uno de los chicos que recibe esta medicación y tiene este tipo de encefalopatía epiléptica refractaria", afirmó a Sputnik Carlos Kambourian, presidente del Hospital Garrahan.
El estudio comenzó hace un año con pacientes de todo el país que a su ingreso tenían entre nueve meses y 17 años y diagnóstico de encefalopatía epiléptica refractaria, con crisis que comenzaron entre el día de vida y los siete años.
Se trata de pacientes que atravesaron diferentes tratamientos y ninguno de ellos logró ayudarlos, por lo que seguían sufriendo los ataques que, en líneas generales, incluyen autolesiones, problemas para descansar e interactuar y el silencioso pero persistente daño neurológico.
A los jóvenes se les administró aceite puro en cannabidiol, uno de los 113 cannabinoides —o compuesto orgánico— que se encuentran en la planta y flor de marihuana, y que no tiene efecto psicoactivo, lo cual lo hace ideal para tratamientos con infantes.
El promedio grupal inicial de 959 crisis por mes (unas 30 diarias) disminuyó a 381 crisis mensuales (13 por día), lo que equivale a una reducción del 60%.
Esto significa que el tratamiento evitó casi dos de cada tres crisis y gracias al mismo, cinco pacientes se encuentran libres de crisis en la actualidad.
Los efectos adversos observados fueron en general de leves a moderados y la mayoría de ellos se controló con el ajuste de la dosis de cannabidiol o de alguna medicación antiepiléptica.
Es que además de los avances en aspectos cognitivos, conductuales y motores, los investigadores coinciden en que existe un beneficio adicional en los tratamientos con cannabis medicinal: la mejora en la calidad de vida en los pacientes y su familia.
"Paz despertó poco a poco y cada día va mejorando", cuenta a Sputnik Cristina Sproviero, madre de una de las niñas que participaron del ensayo, "en el jardín [de infantes] están felices, se ríe y participa más, pero además aprendió a pararse y nos pide hacerlo, aunque todavía tenemos cautela".
Para Kambourian, esto "abre la puerta a que nosotros podamos hacer también trabajos científicos en otras áreas; sabemos que mucha gente lo toma de manera informal y también informalmente sabemos que mejora otros síntomas, pero esa será otra etapa".
El Congreso argentino sancionó en marzo de 2017 una ley de cannabis medicinal que beneficia sólo a pacientes diagnosticados con epilepsias refractarias con el objetivo de ampliar el acceso al aceite, aunque muchas madres y padres se quejaron de que la norma no se cumple correctamente.