Chamberlin se reunió el miércoles con la nueva titular, Rosario Ibarra Piedra, y le comentó a esta agencia que le expuso que "el proceso del Senado que la designó daña a la CNDH y a ella misma, por ser parte y víctima de un procedimiento irregular, mal conducido, que debilita su legitimidad y la expone de manera terrible ante ataques injustos".
La elección culminó con un bochornoso incidente en la tribuna senatorial, tras una votación impugnada por toda la oposición, en la toma de Ibarra Piedra, hija de una pionera de la defensa de derechos de desaparecidos y presos políticos, Rosario Ibarra de Piedra, fundadora del Comité Eureka, madre de un desaparecido en la década de 1970.
El integrante del máximo organismo de expertos de la CNDH, desde diciembre de 2017, relató a esta agencia que "de los diez miembros del Consejo solo quedamos cuatro y ella nos citó a los consejeros activos para dialogar y conocer nuestra perspectiva sobre el organismo, ante la crisis de derechos humanos en el país".
Chamberlin, quien además de trabajar en la mencionada organización civil fundada por el obispo Raúl Vera en 2004, ha colaborado con organismos internacionales como la Comisión Interamericana de DDHH y las instancias en la materia de la Organización de Naciones Unidas, recomendó a la nueva titular que no avalara ese proceso que la llevó al cargo y renuncie.
Las irregularidades
En su conversación, Chamberlin expuso a Ibarra Piedra que "no se puede avalar un proceso ilegal y arbitrario, que le corresponde actuar en conciencia y renunciar al cargo".
La nueva defensora del pueblo es hija de Rosario Ibarra, de 92 años, quien recibió el 23 de octubre la máxima presea que otorga el Senado, la "Medalla Belisario Domínguez".
Chamberlin expuso que "si ella quiere ser Defensora del Pueblo debe vigilar que los actos de toda autoridad sean legales, por eso estoy entre los defensores que hemos presentado amparos ante la justicia, para exigir la reposición del proceso en el Senado".
La respuesta de la presidenta de la CNDH fue que "consultará a otros consejeros y que iba a valorar los planteamientos" del Consejo Consultivo, dijo Chamberlin.
La Ley establece que un titular de la CNDH "no debe desempeñar, ni haber desempeñado cargo de dirección nacional o estatal, en algún partido político en el año anterior a su designación".
La consecuencia de politizar en forma partidista ese organismo y restarle autonomía, es que "afecta a los ciudadanos frente a los abusos del poder, queda condicionada por la presión del Poder Ejecutivo, impidiendo una defensa efectiva de las víctimas", puntualiza Chamberlin.
Piedra Ibarra negó pertenecer al órgano de dirección de Morena y afirma que dejó ese cargo en 2015, aunque es amiga del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La nueva titular del organismo obtuvo 76 votos en el Senado, justo las dos terceras partes de 114 votos emitidos, pero en la sesión estuvieron 116 legisladores, de modo que no alcanzaría la mayoría calificada requerida por la ley.