Aunque la mayoría de las personas utilicemos la palabra calor para referirnos a la temperatura elevada, un físico la utilizaría para describir las velocidades de todas las partículas en movimiento de un cierto objeto.
El calor que sale del Sol y otras estrellas viaja a través del espacio en forma de ondas infrarrojas de energía llamadas radiación solar. Estos rayos solares sólo calientan las partículas que se encuentran en su camino, por lo que cualquier cosa que no esté directamente a la vista del Sol se mantiene fría, explicó al portal Popular Mechanics el astrónomo Jim Sowell, del Instituto de Tecnología de Georgia.
En las órbitas de la Tierra, la temperatura oscila entre los -180ºC en la sombra de nuestro planeta y los 122ºC en la cara iluminada por el Sol.
El calor en el espacio sólo puede ser transferido a través de la radiación, que regula la forma en que las partículas de luz, o fotones, son absorbidas o emitidas, según UniverseToday.