El Memristor es un híbrido entre las palabras inglesas para memoria y resistencia, memory y resistor, respectivamente. El término fue acuñado en 1971 y, desde 2008, existe de forma física.
En nuestro cerebro, una neurona no puede funcionar por sí sola y lo hace es reuniéndose en cadenas y redes. Los contactos que forman entre sí se llaman sinapsis, que en griego significa conexión. Las sinapsis son unidades funcionales y estructurales del sistema nervioso y son las responsables de nuestra memoria.
Aunque de momento el memristor de segunda generación no tiene aplicación práctica, este tipo de sistemas ayuda al desarrollo de la inteligencia artificial.
Este defecto suele causar problemas en el uso del material, pero en este caso ha servido bien, ya que la conductividad del memristor se debilita con el tiempo y la información no reclamada es borrada. Así como en el cerebro humano.