"Hay un proceso en marcha que continuará hasta abril (...) El asunto está relacionado con la OTAN y no se trata de usar o no el S-400", dijo Erdogan a los periodistas en el avión que lo lleva de vuelta a su país tras concluir una visita a Catar, según declaraciones recogidas por el canal TRT.
El mandatario agregó que existe un procedimiento en el marco de las reglas de la OTAN que debe ser completado.
A su vez, el ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, declaró que Ankara no prometió a nadie que renunciaría a sus planes de instalar y utilizar los sistemas S-400 comprados a Rusia.
"No tenemos ninguna obligación ante nadie de no instalar o usar el S-400. Compramos estos sistemas porque fue necesario", dijo Cavusoglu, citado por la agencia Anadolu.
La adquisición de los S-400 rusos provocó tensiones entre Ankara y Washington. La Casa Blanca amenazó con imponer sanciones y excluyó a Turquía del programa de suministros de aviones de combate F-35.
Estados Unidos argumenta que el sistema antiaéreo ruso puede ser una amenaza para el caza indetectable F-35.
El S-400 (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN) es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos.
Con un alcance de hasta 400 kilómetros, el sistema ruso puede abatir blancos a alturas de hasta 30 kilómetros.