Bajo lemas como "Ni una muerta más'', miles de mexicanas se lanzaron a las calles de la capital para llamar la atención de las autoridades sobre la precaria situación de seguridad en la que se encuentra más de la mitad de la población.
La mayoría de las féminas protagonizaron actividades totalmente pacíficas. El ambiente era tranquilo, con centenares de mujeres policías antidisturbios acompañando todo el recorrido junto a una cadena humana de civiles, en su gran mayoría también mujeres.
La velada por la #NoViolenciaContraLaMujer culmina en el antimonumento a las víctimas de feminicidio en #México #25N pic.twitter.com/psFHk47Hwn
— Sputnik Reporteros (@Sputnik_Report) November 26, 2019
En otras partes de la ciudad, mujeres más agresivas, tapadas casi por completo y vestidas de negro, llegaron al extremo de romper cristales, quemar barricadas en las calles y lanzar espuma con lemas como "Somos malas, podemos ser peores".
El Ángel de la Independencia en México estaba blindado para los posibles disturbios. Las vallas de esta estatua no han aguantado. #DiaInternacionalDeLaViolenciaDeGenero pic.twitter.com/RIQyT8EfXE
— Elena Reina (@ellenreina) November 26, 2019
Durante la marcha feminista llevada a cabo en la Ciudad de México, mujeres rompieron vidrios de las estaciones del Metrobús #MarchaFeminista pic.twitter.com/7adlH3QBdY
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En el Palacio de Bellas Artes, las protestantes derribaron vallas de protección. Agentes del orden acudieron para evitar que ingresaran al perímetro a causar daños, lo que provocó roces y enfrentamientos. Las mujeres arrojaron objetos y atacaron con fuego a los efectivos de seguridad, quienes respondieron activando los extintores que portaban.
Algunas de las estatuas de los héroes del país en la emblemática avenida fueron protegidas con plásticos por las autoridades capitalinas.
La protesta revivió las marchas de agosto de 2019, que también terminaron en destrozos y vandalización de monumentos.
Madres, hermanas e hijas violadas y asesinadas
La violencia de género no ha hecho más que crecer en México en los últimos años. Un total de 20 de los 32 estados han decretado la llamada alerta de género. El último en hacerlo fue el Gobierno de la capital mexicana.
El descontento se agrava con la casi total impunidad de este tipo de crímenes: las autoridades resuelven menos de uno de cada diez asesinatos y, según los datos del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, solo 2% de las agresiones sexuales y violaciones acaban en sentencias.