"El mejor homenaje que podemos rendir es comprometernos a no fallarle al pueblo de México, a no robar, a no mentir, a no traicionar", dijo el mandatario en la ceremonia de traslado de los restos de Campa a la Rotonda de las Personas Ilustres ubicada dentro del Panteón Civil de Dolores de la capital.
El jefe de Estado montó una guardia de honor junto con los nietos del dirigente ante el monumento donde a partir del lunes descansan los restos de Campa Salazar.
Valentín Campa Salazar se unió al Partido Comunista en 1927, a los 23 años, y fue uno de los miembros más jóvenes de su Comité Central hasta marzo de 1940, cuando fue expulsado de esa formación por oponerse a la conspiración para asesinar a León Trotsky, fundador del Ejército Rojo de Rusia, que estaba exiliado en México.
"No se rindió, no claudicó ni se vendió, siempre actuó con integridad con su ejemplo y práctica política, contribuyó a que en la actualidad estemos iniciando un proceso de transformación para establecer en México una auténtica democracia", reseñó el gobernante.
Campa Salazar dirigió una combativa huelga de ferrocarrileros en 1959, año en que regresó al PCM, donde se mantuvo hasta 1981, cuando esa formación se disolvió para sumarse al Partido Socialista Unificado de México (PSUM) y participar en elecciones.
El presidente recordó que conocía a Campa Salazar en sus años de militancia en ese partido, donde se destacaba por su humildad.
"Tuve la fortuna de conocerlo y siempre me conmovía su humildad, él encarnaba la honestidad y la humildad, esas dos extraordinarias virtudes", recordó el presidente.
El jefe del Ejecutivo acudió a la ceremonia junto con la titular federal de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum.
En la tumba de Valentín Campa Salazar fue instalada una estatua de cuerpo completo realizada por la escultora Maru Santos.
El líder homenajeado será el ocupante 117 de la Rotonda de las Personas Ilustres, entre escritores, artistas y dirigentes políticos, abierto en 1872.