Ocurrió durante el despegue de una versión de entrenamiento del caza MiG-29K. Acabó estrellándose contra una bandada de aves y perdió los dos motores. Uno de ellos dejó de funcionar y el segundo se incendió.
Los pilotos consideraron que era demasiado peligroso intentar salvar el caza, y decidieron eyectarse porque viajaban a baja altitud y porque la aeronave pesaba demasiado al estar a tope de combustible y armada. Precisamente estos momentos son los que se pueden ver en el vídeo.
Los pilotos aterrizaron con sus paracaídas sin percance alguno, mientras que la aeronave cayó envuelta en llamas. Afortunadamente, impactó contra una zona despoblada y no hubo heridos. Un accidente similar ocurrió en EEUU en mayo de 2019, cuando un caza F-16 se estrelló durante su aproximación de aterrizaje.
Aquel accidente, junto con la eyección del piloto, también quedó captado por las cámaras de los autos de una autopista. El caza cayó sobre unos almacenes, pero por suerte tampoco hubo heridos.