"Vamos a enviar un proyecto de ley que va a permitir a nuestras Fuerzas Armadas, sin necesidad de establecer estado de excepción, colaborar en la protección de infraestructura crítica de nuestro país", dijo el mandatario en una visita a la escuela de suboficiales de Carabineros (policía militarizada).
Asimismo, detalló que el proyecto propone añadir 4.500 nuevos policías en 60 días.
Piñera subrayó que la iniciativa servirá para "proteger el orden público" y "asegurar la paz", y permitirá resguardar servicios básicos como el sistema eléctrico, el de agua potable y las sedes policiales.
El presidente dijo luego en su cuenta de la red social Twitter que las fuerzas del orden tienen derecho a usar fuerza legal dentro del marco de la ley y respetando los derechos humanos.
Chile ha sido escenario de movilizaciones desde el 14 de octubre, cuando miles de personas salieron a las calles a protestar contra el aumento de 30 pesos (menos de un dólar) en el precio del pasaje del Metro de Santiago, medida que fue anulada días más tarde por Piñera.
Sin embargo, las protestas no amainaron e incluyeron otros reclamos sociales más profundos, tomando un cariz mucho más intenso, con decenas de manifestaciones en diversos lugares del país, con marchas y cacerolazos.
Hasta el momento han muerto cerca de 30 personas en las protestas, al menos cinco de ellas a manos de las Fuerzas Armadas y la policía.
Los dichos de uno de los jefes de los Carabineros en Chile no tardaron en llegar a la población quién ha cuestionado de forma contundente el actuar de las fuerzas militares chilenas en el último tiempo 🇨🇱😬
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) November 22, 2019
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El Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile ha presentado 346 acciones judiciales contra las fuerzas policiales por su actuar durante las protestas, acusando torturas, tratos crueles, homicidios, homicidios frustrados y abusos sexuales.
