Los datos tomados entre agosto de 2018 y julio de 2019, revelados por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE), acusan la mayor deforestación de la década.
El aumento respecto al mismo periodo del año anterior fue de 29,5%.
Los datos son "una verificación de que el Gobierno de Jair Bolsonaro y de otros líderes de la región, incentivando las quemas, están produciendo un problema a nivel planetario", dijo a En Órbita el responsable de la campaña Bosques de Greenpeace España, Miguel Ángel Soto.
"Las políticas de Bolsonaro, en tan solo siete meses de Gobierno, dieron alas, impunidad y permisividad a los actores económicos que están interviniendo en los grandes ecosistemas brasileños", resaltó Soto.
El ministro de Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, indicó que "el aumento de la deforestación muestra la necesidad de una nueva estrategia para combatir la tala ilegal, la minería y la ocupación de tierras".
Sin embargo, grupos ambientalistas responsabilizan del desastre ecológico a las políticas "de quema indiscriminada" impulsadas por el Ejecutivo.
"Bolsonaro afirmó que no se estaba produciendo un daño a la Amazonía, que había una campaña internacional, a la que acusó de 'izquierdista'. Pero el satélite no miente, la investigación del INPE, que lleva años monitoreando la forestación, es clara", destacó Soto.
El responsable de la campaña Bosques de Greenpeace España sostuvo que los efectos de la deforestación son cada vez más visibles en el cambio climático.
"El avance de la frontera agrícola que se produce tras muchas quemas hace que no se espere una recuperación. No hablamos de incendios forestales accidentales, hablamos de zonas que se queman para que se plante soja. Ardieron tierras indígenas, áreas protegidas, donde se espera que haya una penetración de empresas, de colonos, para que cultiven soja o metan ganado. Habrá expropiación, pero son hechos consumados ante la falta de gobernanza en Brasil", denunció Soto.
En tanto, la Cámara de Diputados de Brasil instaló una Comisión Parlamentaria de Investigación sobre las manchas de petróleo en la costa del Océano Atlántico.
Según el Instituto de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables, fueron afectadas más de 650 áreas y 116 municipios en nueve estados al noreste del país. El petróleo también llegó al Estado de Espíritu Santo, en la zona sureste.
Orden de detención para Horacio Cartes; un respiro para Assange
La justicia de Brasil solicitó la captura del expresidente de Paraguay, Horacio Cartes (2013-2018), investigado por presuntos delitos de lavado de dinero, a raíz de su vínculo con el brasileño Darío Messer, conocido como "El cambista de los cambistas". Este martes 19 Interpol emitió un alerta roja para detener al exmandatario.
En Órbita dialogó con el senador del Frente Guasú de Paraguay, Sixto Pereira, sobre el impacto en su país de la resolución de la justicia brasileña.
"Hay una turbulencia a nivel mediático en diversos sectores políticos. No se finiquitó cualquier extradición posible. Primero debe haber tratamiento de un juez nacional competente, y segundo solicitar el tema del fuero del expresidente Cartes", expresó.
Pereira recordó que "Cartes fue presidente de la República, terminó el periodo y la Constitución le asigna ser senador vitalicio, independientemente de que haya jurado o no como senador activo. Este procedimiento [de pedido de extradición] pasaría por el Congreso".
El entrevistado explicó que existe una crisis en el actual Gobierno de Mario Abdo Benítez, basada en irregularidades internas: "Hay un descrédito de más del 80%, inestabilidad por disputa de intereses políticos partidarios", expresó. Tanto Cartes como su sucesor Benítez pertenecen al histórico Partido Colorado.
La fiscal Eva María Persson dijo que durante la investigación por el supuesto delito "resultó evidente que los testimonios orales no son convincentes".
La causa contra el fundador del portal WikiLeaks —quien siempre negó las acusaciones— fue abierta en 2010 por las autoridades de Estocolmo.
La fiscal no prevé interrogar al propio Assange, ya que sus testimonios "no ayudarán a arrojar la luz sobre el incidente".
"Ha pasado mucho tiempo. La memoria se desvanece por razones naturales", señaló Persson.
Suecia había archivado el caso en 2017 pero lo reabrió tras el arresto de Assange en Londres en abril de este año después de que Ecuador revocara su estatus de asilo.
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