"CIDH condena uso desproporcionado de la fuerza policial y militar en Cochabamba (...). Las armas de fuego deben estar excluidas de los dispositivos utilizados para el control de las protestas sociales", declaró en su cuenta de Twitter la comisión que forma parte del sistema de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La declaración fue publicada cuando estaban confirmadas las cinco primeras muertes, antes de que la radio de los sindicatos cocaleros reportara el fallecimiento de otros dos campesinos que habían sido llevados heridos a un hospital.
Según la CIDH, en los sucesos en Cochabamba hubo "uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad".
La CIDH "recuerda al Estado su obligación de asegurar el derecho a la vida e integridad física de quienes protestan pacíficamente", prosiguió la declaración, señalando que, en el caso de las fuerzas militares "los Estándares Interamericanos establecen el deber limitar al máximo su participación en el control de disturbios internos".
La CIDH condenó también el "uso indiscriminado de gas lacrimógeno" en la represión a protestas callejeras y expresó "grave preocupación por las amenazas de expulsión de autoridades, agresiones y uso de gas por parte de la policía contra periodistas que cubren protestas".
Las fuerzas de seguridad deben abstenerse de agredir a los periodistas y por el contrario facilitar su labor, añadió la declaración de la CIDH.