"En cuanto a la llamada implicación rusa en los sucesos en Chile, en mi opinión, las especulaciones sobre este tema provienen por alguna razón exclusivamente de las élites estadounidenses, mientras que la parte chilena no tuvo ni tiene preguntas o reclamaciones algunas para Rusia al respecto", dijo Zajárova ante la prensa.
Reveló que se detectaron varios intentos de llevar a cabo "provocaciones antirrusas" en las redes sociales de Chile.
Es obvio, según la diplomática, que esas páginas fueron creadas para acusar a Rusia de la presunta implicación durante o después de las protestas chilenas.
"Pero a mí me parece que esos intentos simplemente desacreditan a quienes los hacen, o a quienes se refieren a ellos", expresó.
Moscú responde a ese tipo de publicaciones, indicó, y avisa de su difusión a las autoridades competentes chilenas por los canales establecidos para evitar cualquier malentendimiento entre los dos Estados.
"Sin duda, uno de los principales objetivos de esos bulos es deteriorar las relaciones bilaterales entre nuestros países", recalcó la portavoz de la Cancillería rusa.
Zajárova reiteró que Rusia no interfiere en los asuntos nacionales de otros Estados.
Además subrayó que Rusia está interesada en que Latinoamérica "sea estable", en el ámbito tanto político como económico.
"Solo en este caso la región puede consolidarse como uno de los pilares del emergente mundo multipolar", concluyó.
Las movilizaciones masivas comenzaron en Chile el 14 de octubre después de que se encareciera 30 pesos (menos de un dólar) el billete de metro de Santiago, que días más tarde fue anulada por el presidente chileno, Sebastián Piñera.
Sin embargo, las protestas no amainaron, abarcando otros reclamos sociales y tomaron un cariz mucho más intenso, que incluyó incendios y destrucción de varias estaciones de metro, y decenas de manifestaciones en diversos lugares de Chile con marchas y "cacerolazos".