"La coyuntura actual exige y demanda dar cumplimiento a las demandas de nuestra sociedad, que no exige más que reconciliación, unidad y democracia", dijo la gobernante en un breve discurso tras tomar juramento a Montero en el Palacio de Gobierno.
El relevo se produjo mientras la policía está en alerta máxima y movilizada en varios departamentos para contener persistentes marchas, bloqueos carreteros y otras protestas de grupos campesinos, indígenas y vecinales que rechazan la asunción presidencial de Áñez, vía autoproclamación, en sucesión de Morales.
"Este gobierno transitorio será un gobierno pacificar y de restauración democrática", prometió de nuevo Áñez, quien tiene el mandato constitucional de convocar a elecciones en un plazo de 90 días.
Calderón, el jefe saliente, se sumó el domingo 10 a los pedidos de renuncia de Morales, cuando enfrentaba motines de las unidades policiales de todo el país en el marco de las protestas lideradas por los comités cívicos que exigían la salida del líder indígena.
Montero agradeció la cooperación de las Fuerzas Armadas en las actuales tareas de control del orden.
