Durante las maniobras se practicó la evasión de las defensas antiaéreas del enemigo y fueron destruidos los blancos terrestres con misiles no guiados y cañones de 30 mm. Los pilotos efectuaron vuelos a altitudes bajas entre los montes de día y de noche.
Los aviones Su-25, originalmente diseñados en la Unión Soviética, se usan para ataques terrestres. Por esta razón tienen unas alas prácticamente rectas que les permiten maniobrar a baja velocidad y baja altitud, aumentando así su efectividad contra blancos terrestres.