La propuesta rusa fue apoyada por 18 países, entre ellos Irán, Siria, Kazajistán, Bielorrusia y China, otros 69 votaron en contra y 79 se abstuvieron.
En particular, se trata de la obligación de EEUU de garantizar a todos –sin excepción– los representantes de los Estados miembros de la ONU el acceso libre a la sede del organismo.
En caso de que no se logren avances, se propone que el secretario general de la ONU presente un informe sobre lugares alternativos como Ginebra o Viena, donde podría celebrarse la próxima sesión del Primer Comité en 2020, así como sobre las posibles consecuencias de esta medida para el presupuesto.
A principios de octubre, el embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski, propuso celebrar las sesiones del Primer Comité fuera de EEUU, por ejemplo, en Viena o Ginebra.