Los tres ministros "expresaron la opinión de que el Comité Constitucional en su labor debe regirse por la búsqueda del consenso y de una interacción constructiva sin injerencias externas y sin que se le impongan plazos desde fuera, a fin de alcanzar un acuerdo general entre sus miembros, lo que permitiría lograr un apoyo lo más amplio posible de su labor por parte del pueblo sirio", dice el texto.
Según el documento, el lanzamiento del Comité Constitucional sirio "muestra que el conflicto sirio no tiene una solución militar".
Los cancilleres de Rusia, Turquía e Irán —os tres países garantes del proceso de Astaná— también destacaron la importancia de promover una normalización más amplia, para incrementar la asistencia humanitaria a todos los sirios sin condición previa alguna, ayudar a un regreso seguro y voluntario de los refugiados y desplazados a sus hogares y establecer la confianza entre los bandos sirios.
En la declaración se reafirma asimismo el compromiso de los tres países con la unidad, la soberanía y la integridad territorial de Siria, así como se subraya la necesidad de que estos principios sean respetados por todas las partes.
Este comité, llamado a preparar la reforma constitucional siria, consta de 150 personas: 50 representantes por parte del Gobierno y otros tantos por la oposición y por la sociedad ciudadana de Siria.
Los miembros del comité tendrán que aprobar por mayoría de votos los proyectos constitucionales, de cuya elaboración se ocuparán 45 personas, para lo cual cada grupo designará a 15 de sus integrantes.
El comienzo oficial del funcionamiento del comité constitucional está programado para el 30 de octubre.