El búnker del Frente de Todos fue el epicentro de un festejo que se expandió en todo el barrio porteño de Chacarita para confirmar lo que se anticipaba ya después de las primarias: un triunfo contundente que le evitaba a la oposición tener que enfrentar una segunda vuelta.
Rock nacional y cumbia se alternaban en los parlantes a todo volumen, la multitud bailaba y cantaba sin parar, solo interrumpida la letra cuando, como oleadas, llegaban en forma de contagio los cánticos militantes para recordar al fundador del movimiento, el expresidente Juan Domingo Perón (1946-1955 / 1973-1974), o a su sucesor espiritual y político, Néstor Kirchner (2004-2007), a exactamente nueve años de su fallecimiento.
"¡Néstor no se murió, Néstor no se murió, Néstor vive en el pueblo, la p--- madre que lo parió!", cantaban al unísono cientos de voces.
Su imagen, fotográfica y metafórica, estaba en todos lados: en las remeras, las banderas, los peluches de pingüino, apodo que recibió tanto por detractores y seguidores por su pronunciada nariz y su procedencia de la patagónica provincia de Santa Cruz.
Claro, también se lo recordó mucho al presidente, Mauricio Macri, así como a su madre, en ese trístemente célebre insulto en coro que se popularizó en los primeros meses de 2018 para transformarse lamentablemente en tema de fondo de todo evento deportivo, musical o, simplemente, masivo desde entonces.
Un escenario frente a la entrada del búnker y cuatro pantallas que reproducían las imágenes del público de adentro y afuera, miles de personas que se disgregaban en las cuatro direcciones por las calles de aquel cruce vial, además de la plaza frente a la establecimiento, separada por una reja, donde la multitud se apropió del espacio en un gran festival nacional y popular.
Como no había señal de telefonía debido al congestionamiento de las antenas de la zona, lo que para el resto de quienes esperaron el escrutinio provisorio fueron horas de ansiedad y tensión, en Chacarita fue una larga espera en suspenso, de jolgorio anticipado, de festejo contenido durante cuatro años, el desahogo colectivo que se volvió noche de pasiones.
Familias enteras, personas de todas las edades pero una gran mayoría de jóvenes menores de 30 años, experimentando la sensación de ser parte de un movimiento difícil de describir para alguien que desconozca la idiosincrasia de los argentinos, ávidos de las demostraciones y las expresiones corales, de la política como sinónimo de sentimiento.
Desde un balcón de un un primer piso de un edificio de una de las esquinas de la intersección, un vecino mostró dos carteles: 47 y 40. Alguien lo iluminó con una linterna o farol y el rumor empezó a hacer temblar es asfalto.
La victoria era contundente, no la que se había esperado, pero suficiente como para definir la elección sin ballotage.
"Volveremos, volveremos", cantaban algunos, pero ese tiempo futuro ya había llegado.
#EleccionesArgentina El @FrenteDeTodos tuvo su noche de festejo y gloria al consagrarse Alberto Fernández @alferdez como presidente y Axel @Kicillofok como gobernador de la provincia de Buenos Aires pic.twitter.com/cSqnWjeBq9
— Sputnik Reporteros (@Sputnik_Report) October 28, 2019