"Las declaraciones al vacío del presidente Alvarado son insuficientes: es demagógico decir que va a cumplir sin precisar cuándo y cómo", aseguró Arroyo a Sputnik, a propósito de las recientes declaraciones del jefe de Estado sobre el tema.
A Arroyo le preocupa que el recurrente compromiso de Alvarado sea una estrategia para adormecer los reclamos sociales, pues el reclamo de una norma técnica que regule el aborto terapéutico se viene arrastrando desde el gobierno de su predecesor, Luis Guillermo Solís.
"No se trata solo de que firme, si no de que el contenido de dicha norma sea acorde a los más altos estándares de salud y derechos humanos", insistió Arroyo respecto a una demanda que fue llevada incluso hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Arroyo representa legalmente a dos mujeres (Ana y Aurora) que denunciaron al Estado en 2015 ante la CIDH, por obligarlas a seguir adelante con sus embarazos, pese a estar en riesgo su salud y su vida.
Alvarado aseguró al noticiero NC Once que este año firmará el documento de marras, pese a la campaña de la Conferencia Episcopal de Costa Rica para que no lo haga.
"Yo creo que esto es una democracia, la gente puede poner sus puntos de vista, en lo que a mí compete yo haré lo que corresponde como lo he comprometido", aseguró el jefe de Estado respecto a esa promesa de campaña, que ratificó en su toma de posesión, en mayo de 2018.
El aborto es legal en Costa Rica cuando peligra la vida de la madre, pero casi ningún médico lo realiza debido a la falta de una reglamentación.