"Quiero hacer un llamamiento expreso al presidente de la Generalitat [Gobierno catalán], Quim Torra: tanto él como los miembros de su Gobierno deben condenar sin paliativos el uso de la violencia en Cataluña", señaló el Jefe del Ejecutivo en funciones en rueda de prensa.
Sin embargo, Sánchez aseguró que por ahora no tomarán ninguna medida, aunque advirtió que van a "modular la respuesta en función de la actitud de la Generalitat" porque "la moderación en la respuesta a la violencia es también otra forma de fortaleza"
El presidente del Gobierno español en funciones se reunió con los líderes de los principales partidos de la oposición, Pablo Casado (PP), Pablo Iglesias (Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos).
En el caso del Partido Popular y Ciudadanos le piden "medidas contundentes" y plantear de nuevo la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que quita la autonomía al Ejecutivo catalán, mientras que Podemos apuesta por el "diálogo" y por medidas que desinflamen la tensión y la violencia en Cataluña.
Según datos proporcionados por el Gobierno de España, un total de 51 personas fueron detenidas por los disturbios y 68 agentes de policía resultaron heridos.
Por su parte, el Servicio de Emergencias de Cataluña comunicó que durante la jornada del 15 de octubre fueron atendidas 125 personas que presentaban heridas provocadas durante los altercados, que se suman a los 74 del día anterior.
Sólo en Barcelona los activistas prendieron 157 hogueras en la vía pública, llenando la ciudad de fuego y barricadas.
"Nada hay que objetar a quienes se manifiestan pacíficamente ejerciendo su derecho constitucional, pero los grupos violentos organizados no van a conseguir su propósito", señaló Sánchez en su rueda de prensa.
"Estoy convencido de que vamos a superar estos episodios de violencia y más pronto que tarde se restablecerá la tranquilidad y la convivencia en Cataluña", concluyó el mandatario, insistiendo en que el Ejecutivo será "sereno y firme, pero proporcional en la respuesta".